lunes, 9 de junio de 2008

ADIVINA BUEN ADIVINADOR

  • Yo fui el primer hombre y, aunque lo que te digo te asombre, es nada al revés mi nombre.
(Adán)

  • Yo soy aquel desdichado y es tan grande mi bajeza, que después que me has comprado y tu esclavo me has llamado, me quebrantras la cabeza.
(Clavo)

  • Cuatro hermanos creó Dios, en nada iguales los hizo, son enemigos mortales, los dos de los otros dos. El uno mantiene al mundo, el otro bautizó a Cristo, el otro está en el infierno, y el otro no lo hemos visto.
(Tierra, Agua, Fuego y Aire)

SOLO PARA TI...

Eres todo lo que pedía
Lo que mi alma vacía
Quería sentir
Eres lo que tanto esperaba
Lo que en sueños buscaba
Y que en ti descubrí
Tú has llegado a encender
Cada parte de mi alma
Cada espacio de mi ser
Ya no tengo corazón
Ni ojos para nadie
Solo para ti
Eres el amor de mi vida
El destino lo sabia
Y hoy te puso ante mí
Y cada vez que miro al pasado
Es que entiendo que a tu lado
Siempre pertenecí
Tú has llegado a encender
Cada parte de mi alma
Cada espacio de mi ser
Ya no tengo corazón
Ni ojos para nadie
Solo para ti
Solo para ti
Solo para ti
Solo para ti
Esto es en verdad
Lo puedo sentir
Se que mi lugar
Es junto a ti…
Eres todo lo que pedía
Lo que no conocía
Y que en ti descubrí
(Camila)

RECORDATORIO

La prueba de Lenguaje y Comunicación fue fijada para el día 24 de junio.
¡Estudien!

TRABA TU LENGUA

  • Cuando Petra a la potranca le pegó con una tranca, la potranca encabritó. Dando trotes la potranca trotó lejos de la tranca y cerca de la barranca a Petra una coz le dió.

  • Yo compré pocas copas, pocas copas yo compré, como yo compré pocas copas, pocas copas yo pagué.

  • El cielo está enladrillado, ¿quién lo desenladrillará?, el desenladrillador que lo desenladrille, buen desenladrillador será.

LA TIRANA

Cuenta la leyenda que en el otoño de 1535, salió del Cusco, rumbo a Chile, el conquistador Diego de Almagro, con unos 500 españoles y diez mil indígenas. Entre ellos llevaba, como rehenes, a Huillac Huma, último sumo sacerdote del culto del sol, con su hermosa hija de 23 años, la Ñusta (princesa).
La joven logró huir y se refugió con algunos seguidores en un oasis de la Pampa del Tamarugal, que dominó a sangre y fuego. Ejecutaba sin piedad a todo extranjero o indígena bautizado que cayera en sus manos. La llamaban la “Tirana del Tamarugal”.
Pero... un día apareció un joven y apuesto minero, Vasco de Almeida. La Ñusta se enamoró perdidamente e inventó la forma de demorar su muerte.
Tal era su amor, que, en los meses que siguieron ella se convirtió al cristianismo y él la bautizó. Cuando sus seguidores descubrieron su traición, los mataron a ambos bajo una lluvia de flechas.
Años más tarde, un evangelizador español descubrió entre las ramas de tamarugos una tosca cruz de madera. Enterado de la tragedia, levantó en el lugar una capilla.

A CORRER...

Cuentan que cierto día, estaban en el bosque un caballo y su pequeño hijo, ambos gustaban de correr sin rumbo fijo, solo por el placer de sentir el cálido aire sobre sus cabezas.
Padre e hijo disfrutaban mucho de estas carreras y el compartir sus conversaciones que tanto bien hacia a ambos, siempre tenían pláticas de lo más amenas y realmente existía una comunicación constante entre ellos.
Una mañana, salieron como era su costumbre a correr, estaban muy felices porque era un día espléndido, cuando de repente el pequeño caballo tropezó y cayó rodando, su padre se detuvo de inmediato volviendo sobre sus pasos para ver que le había sucedido a su pequeño hijo.
Se acerco a él para averiguar si se encontraba bien, y el pequeño no lograba levantarse, muy asustado le dijo a su padre: - Siento que no podré volverme a levantar, me siento muy lastimado de una pata.
- Hijo, debes levantarte, acaso ¿Te has roto algo?- Padre, le dijo el caballito, creo que no me he roto nada, sin embargo, un caballo nunca se cae y cuando lo hace, le resulta sumamente difícil levantarse.
- Hijo, estás equivocado, algunos animales como nosotros caen, pero vuelven a levantarse y tu te levantarás, porque tu no tienes nada roto, tu voluntad hará que te levantes y vuelvas a caminar y a correr como siempre lo has hecho, no permitirás que tu mente te haga tomar una decisión equivocada, creyendo que porque has caído no podrás levantarte, además, yo te ayudaré a hacerlo, porque yo precisaré de tu ayuda, cuando caiga y necesite levantarme igualmente.
- Pero padre, ¿cómo podría yo ayudarte a levantar si soy tan pequeño?
- Hijo no se necesita fuerza física para dar esa clase de ayuda, solo se requiere un gran amor, esa es la clase de ayuda que necesitamos, sentirnos apoyados por nuestros seres más queridos, y yo te amo mucho y por esa razón te digo que te levantes, porque todavía tenemos muchos caminos que recorrer juntos.
Y nuestro pequeño caballito, se levantó, se sacudió el polvo, empezó a caminar junto a su amado padre y pronto empezaron a correr como era su costumbre.
CAERSE no es lo importante, lo importante es LEVANTARSE cuantas veces sea necesario.

Anónimo
Recuerden que pronto será el día del padre, saluden a sus padres en su día.

DEVUELTO

A la cara de mi hijo que duerme,
bajan arenas de las dunas,
flor de la caña
y la espuma que vuela de la cascada...
Y es sueño nada más cuanto le baja;
sueño cae a su boca,
sueño a su espalda,
y me roban su cuerpo junto con su alma.
Y así lo van cubriendo con tanta maña,
que en la noche no tengo hijo ni nada,
madre ciega de sombra,
madre robada.
Hasta que el sol bendito al fin lo baña:
me lo devuelve en linda fruta mondada
¡y me lo pone entero sobre la falda!

(Gabriela Mistral)